242. Sexo virginal
Hay una especie de sexo que no es en absoluto sexual.
El sexo puede ser hermoso, pero la sexualidad jamás lo será.
El foco debería ser el amor. Amáis a una persona, compartís su ser, compartís vuestro
ser con ella,
compartís el espacio.
Eso exactamente es el amor, crear un espacio entre dos personas... un espacio que o no pertenece
a ninguno o pertenece
a los dos; un pequeño espacio
entre dos personas donde ambas se encuentran y se funden. Ese espacio no tiene nada que ver con el espacio
físico. Es simplemente espiritual. En ese espacio
vosotros no sois vosotros, y el otro no es el otro. Ambos entráis en
ese espacio para reuniros.
Hay una especie de sexo que no es en absoluto sexual. El sexo puede ser hermoso, pero la sexualidad jamás lo será. La sexualidad significa sexo cerebral: pensar en ello, planificarlo, dirigirlo, manipularlo y hacer muchas cosas, pero
en lo
más hondo de la mente lo básico sigue siendo
que uno se acerca a un objeto
sexual.
Cuando la mente no tiene
nada que ver con el sexo, entonces es sexo puro, inocente. Sexo virginal.
Ese sexo a veces puede ser más puro incluso
que el celibato, porque si un célibe
piensa continuamente en el sexo, entonces no es celibato.
Osho - DÍA A DÍA,
365 meditaciones para el aquí y el ahora.