Febrero 21
A nadie le gusta ser herido ni
ofendido; a nadie le gusta ser ignorado o sentirse despreciado o no querido.
¿Por qué, entonces, no tratas a tus semejantes con respeto? Intenta
comprenderlos y estate dispuesta a acompañarlos durante un trecho del camino si
es necesario. Sé muy tolerante, muy paciente y muy cariñosa. Así es como te
gustaría que te trataran; vive, pues, como quisieras que otros vivieran. Sé un
buen ejemplo, pero nunca lo hagas porque creas que eso es lo que se espera de
ti. Hazlo porque quieres hacerlo y anhelas con todo tu corazón dar lo mejor de
ti en todo lo que haces, dices y piensas. Cuanto mayor sea tu deseo, más fácil
de cumplir será. No te quedes nunca satisfecha con algo mediocre o hecho sin
entusiasmo. Asegúrate de obrar lo mejor que puedas, comprueba que tus
motivaciones sean puras, y que no haya nada egoísta ni centrado en el yo en
todo lo que hagas.
Eileen Caddy
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