39. La mente eléctrica
La mente no para de cambiar
de negativo a positivo,
de positivo a negativo. Esas dos polaridades son tan básicas
para la mente como lo son para
la electricidad. Con
un polo, la electricidad no puede existir
igual que la mente.
De hecho, en lo más hondo, la
mente es sutil electricidad; es eléctrica. Por eso el ordenador puede realizar
su trabajo y a veces mejor que la mente humana. La mente es simplemente un
bioordenador. Posee esas dos polaridades y continúa moviéndose.
De modo que el problema no es
que a veces sintáis momentos mágicos y otros momentos oscuros. La oscuridad de
los momentos sombríos será proporcional a la magia de los momentos mágicos. Si
alcanzáis un pico más elevado de positivo, entonces llegaréis al más bajo del
negativo. Cuanto más elevado sea el alcance del positivo, más baja será la
profundidad del negativo. Así que cuanto más alto lleguéis, más profundo será
el abismo que tengáis que tocar.
Debéis entender lo siguiente:
si tratáis de no tocar los peldaños más bajos, entonces los picos más elevados
desaparecerán. Os moveréis en un terreno llano. Eso es lo que muchas personas
han logrado hacer; temerosas de las profundidades, se han perdido las cumbres.
Uno ha de correr riesgos. Tenéis que pagar por la cumbre, y ese precio es
vuestra profundidad, vuestros momentos bajos. Pero vale la pena. Incluso un
momento en la cumbre, el momento mágico, vale una vida entera en las
profundidades más oscuras. Si podéis tocar el cielo un momento, podéis estar
preparados para vivir el resto de la eternidad en el infierno. Y siempre es
proporcionado, a medias, al 50 por 100.
Osho
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