El gozo de dar es tremendo. En la medida en que aprendas a dar cada vez
más tus dones y talentos (para cada cual son diferentes, y todos funcionan a
niveles distintos) de todo corazón, aumentarán tu talla espiritual y tu gracia.
Si tienes una naturaleza feliz, radiante como el sol, y la ofreces allá donde
vayas, se te devolverá centuplicada, pues todo el mundo responde ante una
disposición radiante. Recuerda siempre, “según siembres, será la cosecha”. Si
siembras crítica, intolerancia, deslealtad y negatividad, cosecharás esas
cualidades, ya que de ese modo las
atraes hacia ti. ¿Por qué no empezar en este mismo instante a sembrar semillas
de gozo, de felicidad, de amor, de cariño y de comprensión, y comprobar sus
efectos sobre ti? Tu actitud entera hacia la vida cambiará, y verás cómo
atraerás hacia ti lo mejor de la vida. La dicha que ofreces se reflejará en
todas las almas que te rodean, porque todos aman a aquel que da con gozo, y
responden a esa donación.
Eileen Caddy
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