Fluye con la corriente, no contra ella. Cuando sientas que es necesario
cambiar, estate dispuesta a cambiar y hazlo sin intentar resistirte. Muéstrate
muy flexible. Mantente abierta, y nunca permitas que tu actitud sea “lo que fue
bastante bueno para mis padres también lo es para mí”. No vendrá cambio alguno
si esa es tu actitud, y han de venir cambios. Lo nuevo no puede encajar en el
viejo molde porque lo nuevo ha desbordado lo viejo y necesita más espacio. Dale
más espacio expandiéndote a la par. No tiene por qué ser un proceso doloroso si
no ha y resistencia. Cuando una planta está en una maceta, hay que cambiarla
para dejar que sus raíces crezcan. Cuando tu conciencia ya ha superado las
viejas concepciones necesita que se le deje espacio para expandirse en ámbitos
nuevos. Ese proceso puede ocurrir de una forma muy natural; no es preciso que
haya esfuerzo o tensión. Tan sólo abandónate, relájate y siéntete cambiar y
expandirte de una forma tan natural como la respiración, saliendo de lo viejo y
entrando en lo nuevo.
Eileen Caddy (la Voz Interior)
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