Tus pensamientos de abundancia determinan si tus
necesidades van a quedar satisfechas o no. Cuando piensas en términos de
pobreza, y cuando permites que aniden en tu conciencia el miedo, el temor, la
preocupación, la inferioridad, la avaricia, el egoísmo y la ansiedad, al igual
que cuando te aferras a esos estados negativos, atraes lo peor hacia ti. Cuando
piensas como pobre, eres pobre, pues te privas de todas las cosas buenas de la
vida que son tuyas si reajustas tu forma de pensar y la actitud hacia ellas.
Comienza ahora a pensar en términos de prosperidad. Considera que todas tus
necesidades están quedando satisfechas de un modo maravilloso. Niégate a
considerarte carente de algo, porque si careces de algo, la falta está en tu
propia conciencia. ¿Por qué detener el flujo de Mi suministro abundante,
Ilimitado, por medio de tu conciencia limitada,
constreñida? Cuando comiences a entender y a aceptar de dónde procede todo, y
cuando puedas darme gracias por todo de un modo libre y gozoso, no carecerás de
nada absolutamente.
Eileen Caddy - La Voz Interior
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