201. Palabras
Las palabras no son simplemente palabras.
Tienen sus propios estados de ánimo, sus
propios ambientes.
Cuando una palabra se asienta
en vuestro interior, aporta una atmósfera diferente a vuestra mente, un enfoque
y una visión distintos. Llamad a la misma cosa con un nombre diferente y lo
veréis: de inmediato algo es distinto.
Hay palabras que provienen de
los sentimientos y palabras intelectuales. Desprendeos cada vez más de las
intelectuales. Emplead cada vez más las palabras que provienen de los
sentimientos. Hay palabras políticas y palabras religiosas. Desprendeos de las
políticas. Hay palabras que de inmediato crean conflicto. En cuanto las
pronunciáis, surge una discusión. De modo que nunca empleéis un lenguaje lógico
y argumentativo. Utilizad el lenguaje del afecto, del cariño, del amor, para
que no surja ninguna discusión.
Si uno empieza a sentir de
esta manera, ve que surge un cambio tremendo. Si uno está un poco alerta en la
vida, se pueden evitar muchas desdichas. Una sola palabra dicha con
inconsciencia puede crear una larga cadena de desdicha. Una leve diferencia,
simplemente un pequeño giro, y eso produce un gran cambio. Uno debería tener
mucho cuidado y emplear las palabras cuando sea absolutamente necesario. Evitad
las palabras contaminadas. Utilizad palabras frescas, carentes de controversia,
que no sean discusiones sino simples manifestaciones de vuestros sentimientos.
Si uno puede convertirse en un
experto en palabras, la vida será muy distinta. Si una palabra provoca
desdicha, ira, conflicto o discusión, dejadla. ¿Qué sentido tiene seguir con
ella? Sustituidla por algo más apropiado. Lo mejor es el silencio. Lo mejor es
cantar, la poesía, el amor.
Osho - DÍA A DÍA,
365 meditaciones para el aquí y el ahora.
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