Aprende a ser muy flexible y a
adaptarte. Al mismo tiempo, obra siempre desde un conocimiento interno estable,
para no ser influida o depender de circunstancias y condiciones externas. Date
cuenta de que tu modo de vida externo es un reflejo de tu vida interna.
Cuando tienes paz en
tu interior, irradias paz en el exterior; porque si tu corazón está rebosante
de amor, no puedes evitar reflejarlo e irradiarlo a tu alrededor. No puedes
ocultar lo que está en tu interior, pues tu estado externo es un reflejo de tu
estado interno. El tiempo que empleas en paz y quietud nunca es tiempo perdido.
Es necesario que cada alma encuentre tiempo para quedarse en quietud y reflexionar
sobre lo que está en lo profundo, sobre las cosas que realmente importan en la
vida, las que hacen que tu vida sea lo que es, sobre los caminos del Espíritu.
No importa cuán ocupado tengas el día. Esos tiempos de quietud son esenciales y
constituyen la médula misma de tu vida.
La Voz Interior Eileen Caddy
No hay comentarios.:
Publicar un comentario