Camina en la luz y nunca temas
que el rayo de la luz de la verdad incida plenamente sobre ti. Cuando no tienes
nada que ocultar, nada de lo que avergonzarte, eres tan libre como un niño
pequeño sin inhibiciones, que es capaz de expresarse con auténtico gozo. Está
radiante de contento y esa alegría es contagiosa y llega a todos los que entran
en contacto con él. El júbilo no puede esconderse ni contenerse. Se manifiesta
en cientos de formas: con una mirada, con una palabra, con una expresión. La
alegría atrae a la gente, pues todos responden a las almas que están contentas
y son felices, y a todos les gusta estar en su compañía. La alegría atrae a las
almas hacia sí como un imán al hierro, mientras que la tristeza y la negatividad las repelen. Cuando sabes que
estás haciendo lo que debes hacer y que estás en el lugar justo, irradias
alegría y libertad. Todo fluye sin fricciones y encaja en su sitio justo. De
esta manera atraes lo mejor hacia ti; no puedes evitar hacerlo, porque cada
cosa atrae a su igual.
La Voz Interior Eileen Caddy
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