349. Concentración 15.12
La concentración sigue al interés, es una
sombra del interés.
Si consideráis que os falta
concentración, no hay nada que podáis hacer de manera directa; deberéis hacer
algo con el interés. Por ejemplo, un niño sentado en la escuela de pronto
empieza a escuchar el canto de los pájaros más allá de la ventana y se
concentra completamente en eso. El maestro grita: «¡Concéntrate en esto!». Pero
no puede concentrarse en la pizarra, su mente no para de regresar junto a los
pájaros. Son muy alegres y está interesado en ellos, de modo que su
concentración está ahí.
El maestro dice:
«¡Concentración!». El niño se esté concentrando... de hecho, el maestro lo
distrae de su concentración. Pero el maestro quiere que se concentre en algo en
lo que no tiene interés; por eso le resulta difícil.
Recordad siempre: si
consideráis que no dejáis de olvidar cosas, eso simplemente significa que en
alguna parte falta el interés, o tenéis otro interés. Quizá queréis ganar
dinero con algo, pero vuestro interés está en el dinero, no en el trabajo...
entonces empezaréis a olvidar cosas. Así que fijaos en vuestro interés.
Y sin importar lo que hagáis,
si lo ejecutáis con un interés profundo, no hay necesidad de preocuparse de
recordar... es algo que os llega. Empezad a tener más interés. Permaneced en el
momento, poned más interés en lo que sea que estéis haciendo. Y después de dos
o tres meses, veréis que la memoria aparece como una consecuencia de manera
natural.
Osho -
DÍA A DÍA, 365 meditaciones para el aquí y el ahora.
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