Al igual que tu contribución
al conjunto es la de tus dones y talentos específicos, así también cada pieza
del rompecabezas de la vida se une
para formar el
todo perfecto.
¿Cuáles son tus dones y
talentos específicos?
¿Por qué no compartirlos y
dejar de esconderlos, ya que todos ellos se necesitan? Quizá te de la impresión
de que tienes muchos dones, o puedes creer que tienes muy poco o nada que dar.
Lo último no es cierto. Tú tienes algo propio y único que dar, algo que nadie
podría dar en tu lugar, y ese algo es necesario. De ti depende averiguar de qué
se trata y darlo. Se requiere toda clase de personas para hacer el conjunto.
Cada una de las tuercas, ruedecillas y muelles son necesarios para construir un
reloj. Cada órgano del cuerpo, cada célula y átomo diminutos son precisos para
formar el cuerpo perfecto. Cuando puedas verte como parte del todo, ya no
querrás guardar para ti lo que tú tienes que dar.
La Voz Interior Eileen Caddy
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