Los verdaderos ladrones

9 - Los verdaderos ladrones

No hay nada que temer porque no tenemos nada que perder. Todo lo que puede ser robado no vale la pena, de modo que ¿por qué temer? ¿Por qué sospechar? ¿Por qué dudar?
Estos son los verdaderos ladrones: la duda, la sospecha, el miedo. Destruyen vuestra misma posibilidad de celebración. Así que mientras estéis en la tierra, celebrad la tierra. Mientras dure este momento, disfrutadlo hasta la médula. Sacadle todo el jugo que os pueda dar y que está dispuesto a daros.
Debido al miedo pasáis por alto muchas cosas. Por el miedo no podemos amar, y si amamos, siempre es a medias. Siempre es hasta cierto punto y jamás va más allá. Siempre llegamos a un punto más allá del cual nos da miedo ir, así que nos quedamos anclados ahí. El miedo nos impide ahondar en la amistad. Por el miedo no podemos rezar.

Sed conscientes, pero jamás seáis cautos. La distinción es muy sutil. La conciencia no está enraizada en el miedo, pero sí la cautela. Uno se muestra cauto para no tener que equivocarse nunca, aunque así no se puede llegar muy lejos. El mismo temor no os permitirá investigar estilos de vida nuevos, nuevos canales para la energía, nuevas direcciones y nuevas tierras; no os lo permitirá. Siempre hollaréis el mismo sendero, una y otra vez, avanzando y retrocediendo, avanzando y retrocediendo. ¡Uno se convierte en un tren de mercancías!
Osho

Maestro ADIEL

ADIEL: EL ARCÁNGEL QUE ENSEÑA A AMAR                         








Enero 9

Las almas que moran en Mí, las que viven, se mueven y tienen su ser en Mi luz y Mi amor, están totalmente protegidas frente a cualquier fuerza de carácter destructivo. Por eso, que no te abrumen las preocupaciones del mundo o las condiciones de tus semejantes. Si te dejas doblegar, no puedes servir de ayuda, pues de ese modo pasas a ser parte del caos y de la confusión en que se halla el mundo. A medida que la oscuridad del mundo crece y se hace cada vez más densa, tu luz interna debe incrementarse en fuerza y energía para poder vencer al mundo y mostrar la luz y vida eternas. No consientas que nada negativo en ti oscurezca la luz, sino que ésta resplandezca en ti. La luz interior no puede ser extinguida por fuerza exterior alguna, sino que continúa ardiendo y brillando por siempre, independientemente de las condiciones en que se encuentre el mundo. Por medio de tu ejemplo vivo, puedes ayudar a cambiar la oscuridad por luz. Mantente en continuo contacto conmigo, permitiéndome inspirarse en cada cosa.

- Eileen Caddy

13 dic - Sta Filomena