139. Ansiedad
Cread una
distancia entre vosotros y vuestra personalidad.
Todos
vuestros problemas tienen que ver con la personalidad, no con vosotros.
Vosotros no tenéis ningún problema; en realidad, nadie tiene ningún problema.
Todos los problemas corresponden a la personalidad.
Este va a ser el trabajo: siempre que sintáis ansiedad, recordad que
corresponde a la personalidad. Si sentís tensión, recordad que pertenece a la
personalidad. Vosotros sois los observadores, los testigos. Cread distancia. No
hay, que hacer nada más.
Una vez establecida la distancia, de pronto sentiréis que la ansiedad
desaparece. Cuando se pierde la distancia, cuando os habéis vuelto a cerrar, la
ansiedad regresa. La ansiedad consiste en identificarse con los problemas de la
personalidad. La no ansiedad consiste en no involucrarse, sino permanecer sin
identificar con los problemas de la personalidad. Así que durante un mes,
observad. Pase lo que pase, manteneos lejos. Por ejemplo, os duele la cabeza.
Intentad manteneos alejados y observar el dolor de cabeza. Está
sucediendo en alguna parte en el mecanismo del cuerpo. Vosotros os mantenéis
separados, como unos observadores en las colinas, distantes, y eso acontece a
kilómetros de distancia. Simplemente cread distancia. Cread espacio entre el
dolor de cabeza y vosotros, y seguid haciéndolo más y más y más grande. Llegará
un punto en el que de repente veréis que el dolor de cabeza está desapareciendo
en la distancia.
Osho