Vida y muerte 18.08


230.  Vida y muerte        
Las meditaciones de vida y de muerte os pueden ayudar tremendamente.
Por la noche, antes de iros a dormir, realizad esta meditación de quince minutos. Es una meditación sobre la muerte. Tumbaos y relajad el cuerpo. Sentid como si os estuvierais muriendo y que no podéis mover el cuerpo porque estáis muertos. Cread la sensación de que estáis desapareciendo del cuerpo. Hacedlo durante diez, quince minutos, y a la semana empezaréis a sentirlo. Quedaos dormidos meditando de esa manera. No lo interrumpáis. Dejad que la meditación se convierta en sueño y, si el sueño os vence, entrad en él.
Por la mañana, en cuanto sintáis que estáis despiertos -no abráis los ojos-, llevad a cabo la meditación de vida. Sentid que cobráis vida más plenamente, que la vida regresa y todo el cuerpo se halla lleno de vitalidad y energía. Empezad a moveros, oscilando en la cama con los ojos cerrados. Sentid que la vida fluye en vosotros. Sentid que el cuerpo tiene un gran flujo de energía, justo lo opuesto que la meditación de muerte. Así que realizad la meditación de muerte por la noche antes de iros a dormir y la meditación de vida justo antes de levantaros.
Con la meditación de vida podéis respirar hondo. Simplemente sentíos llenos de energía... que la vida entra con la respiración. Sentíos plenos y muy felices, vivos. Luego, pasados quince minutos, levantaos. Las meditaciones de vida y de muerte os pueden ayudar tremendamente.
Osho  - DÍA A DÍA,  365 meditaciones para el aquí y el ahora. 

Agosto 18


No dejes que te hundan las preocupaciones ni consientas que te hagan perderte todas las maravillas de la vida. Considera toda la belleza y las maravillas de la vida. Camina con los ojos abiertos de par en par y aprecia toda la belleza que te rodea. Toma un día cada vez y aprecia al máximo ese día. Que todo momento esté lleno de amor y gratitud. Cuando sobrevenga algo que no sea armonioso, mira rápidamente a tu alrededor y observa cómo puede ser cambiado por algo armonioso. Hazlo  enseguida, porque los pensamientos negativos y prejudiciales pueden crecer tan deprisa como las malas hierbas de un jardín e impedir así el crecimiento de todas las plantas bellas y delicadas si se les permite tomar el control. Aprende a controlar tus pensamientos para que tan sólo sean de belleza, armonía y amor. Una vez que hayan arraigado bien tus pensamientos     positivos, buscarás automáticamente lo mejor de cada situación. Tan sólo entonces podrás relajarte, soltar y entrar en el júbilo y en la libertad del Espíritu.
La Voz Interior  Eileen Caddy

13 dic - Sta Filomena