195. Eternidad
La eternidad no es la continuidad del tiempo
para siempre. Ese es el sentido que aparece en los diccionarios: por siempre
jamás. Pero para siempre es parte del tiempo... de un tiempo prolongado
indefinidamente, pero sigue siendo tiempo. La eternidad es salirse del tiempo;
es atemporal, sin tiempo.
El momento presente es la
puerta a la eternidad. El pasado y el futuro son parte del tiempo. El presente
no es parte del tiempo... el presente se encuentra entre los dos, entre el
pasado y el futuro. Si estáis absolutamente alertas, solo entonces os halláis
en el presente; de lo contrario, no dejáis de perdéroslo. Si no estáis alertas,
cuando lo estéis ya habrá pasado, se habrá convertido en pasado; es muy veloz.
De modo que entre el pasado y
el futuro hay una puerta, una abertura, un intervalo -el ahora- que es la
puerta a la eternidad. Solo en esta es posible la felicidad: en el tiempo, en
el mejor de los casos, está el placer; en el peor, el dolor, pero ambos son
fugaces. Su naturaleza no es diferente. El dolor viene y va, el placer viene y
va. Son burbujas de agua momentáneas.
La felicidad carece de
contrapartida. No es una dualidad de placer y dolor, de día y noche. Es no
dual, no tiene opuesto. Es una trascendencia. Intentad estar cada vez más en el
presente. No os adentréis demasiado en la imaginación y la memoria. Siempre que
os encontréis adentrándoos en la memoria, en la imaginación, devolveos al
presente, a lo que estáis haciendo, adonde estáis, a quienes sois. Regresad una
y otra vez al presente. Buda lo llamó la evocación de uno mismo; en esa
evocación entenderéis poco a poco lo que es la eternidad.
Osho - DÍA A DÍA,
365 meditaciones para el aquí y el ahora.