266. SUAVIDAD 23.09
Lo suave siempre vence a lo duro. Lo suave
está vivo, lo duro estés muerto.
Lo suave es como una flor, lo duro es como
una roca. Lo duro parece poderoso pero es impotente. Lo suave parece frágil
pero está vivo.
Cualquier cosa viva es siempre
frágil, y cuanta más elevada la calidad de vida, mayor su fragilidad. De manera
que cuanto más ahondáis, más suaves os volvéis, o cuanto más suaves os volvéis,
más ahondáis. El núcleo más interior es absolutamente suave.
Esa es toda la enseñanza de
Lao Tse, la enseñanza del Tao: sed suaves, sed como el agua; no seáis como una
roca. El agua cae en la roca. Nadie puede imaginar que al final el agua vaya a
ganar. Es imposible creer que el agua va a ganar. La roca parece tan fuerte,
tan agresiva, y el agua tan pasiva. ¿Cómo va a ganar el agua sobre la roca?
Pero con el tiempo la roca desaparece. Poco a poco lo suave continúa penetrando
en lo duro.
De modo que permitid que sea
un recordatorio constante. Siempre que empecéis a sentir que os volvéis duros,
relajaos de inmediato y volveos suaves, sin importar las consecuencias. Aunque
seáis derrotados y momentáneamente veáis que va a ser una pérdida, dejad que
así sea, pero volveos suaves... a la larga, la suavidad siempre gana.
Osho - DÍA A DÍA,
365 meditaciones para el aquí y el ahora.