Este término hace referencia a aquéllas almas que han
desencarnado y aún no han visto la Luz. Se han quedado en los planos inferiores
por muchas razones entre ellas los apegos. Incluso hay algunas que no se han
dado cuenta que están desencarnadas.
Estas almas en ocasiones invaden el campo energético de
las personas encarnadas causando en ellas dolencias y problemas de diversa
índole.
Normalmente quien es objeto de estas entidades invasoras,
desconoce la causa de su malestar, el que atribuye a otros factores.
La buena noticia es que quien intuya una intromisión de
esta naturaleza, puede hacer uso del Código Sagrado 354 para que esas almas
encuentren la Luz.
Muchas veces la entidad precitada (alma perdida) no obra
de mala fe al causar la dolencia en un individuo encarnado. Lo hace para pedir
ayuda y llamar la atención a fin de ser atendida.
Hago un paréntesis muy importante aquí. Cuando alguien le
dice a Dios: "Porqué me pasa esto?
generalmente no obtiene respuesta. Pero si le dice: PARA QUÉ ME PASA ESTO? la respuesta de la Divinidad es inmediata.
En el caso que nos ocupa, Dios puede permitir que alguien
sea objeto de una invasión de esta clase PARA darle la oportunidad al alma
perdida de alcanzar la luz. Una vez el alma perdida es atendida, deja libre a
la persona y sale de su campo energético hacia la luz. Que pasa con el malestar
que el individuo encarnado tenía a raíz de la invasión energética? Desaparece.
La persona queda sana y el alma perdida se va hacia la luz.
Saludos, José Gabriel Agesta.
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