146. Ilusiones de satisfacción
Solo al
ser un Buda existe satisfacción; las demás formas de satisfacción son meros
consuelos, un simple confort en el máximo de los casos, ilusiones creadas por
la mente.
Vivir constantemente en la insatisfacción es tan doloroso que la mente
crea ilusiones de satisfacción; esas ilusiones mantienen en marcha a la gente,
la ayudan. Si os lleváis todas las ilusiones, una persona no dispondrá de
ningún motivo para vivir ni siquiera durante un momento más. Son necesarias. En
la inconciencia, las ilusiones son obligatorias, porque a través de ellas
creamos falsos significados en la vida, y naturalmente, hasta que lo real haya
sucedido, debemos continuar creando significados falsos. Cuando una persona se
harta de un falso significado, crea otro. Cuando se harta del dinero, se
traslada a la política; cuando se harta de la política, empieza a trasladarse a
otra cosa. Hasta la así llamada religión no es más que una ilusión sutil.
La religión verdadera no tiene nada que ver con las así llamadas
religiones: el cristianismo, el hinduismo, el islam. La religión verdadera es
la destrucción de todas las ilusiones. Es vivir en insatisfacción, en profundo
sufrimiento, en absoluto dolor, y buscar lo real.
El sendero es de gran dolor y solo unos pocos lo alcanzan, porque en
primer lugar las personas no pueden lanzarse a él; no pueden aceptar el dolor
de la vida, pero ese dolor es la fuente de todo crecimiento. Ver la verdad
desnuda del todo -sin evitarla ni huir de ella, mirándola de frente- es el
comienzo de la inteligencia, el comienzo de la atención, el inicio de la
conciencia.
Osho