245. ANHELO 02.09
Un deseo se convierte en anhelo cuando
estáis dispuestos a arriesgarlo todo por él. Un anhelo es superior a la vida...
uno puede morir por él. Deseos hay muchos... anhelos solo puede haber uno,
porque necesita vuestra total energía, os necesita como sois en vuestra
totalidad.
No podéis retener ninguna
parte de vosotros, no podéis entrar en él con cautela e inteligencia,
calculando. Ha de ser un salto loco.
El hombre es muy fragmentario:
un deseo os lleva al norte, otro al sur, y todos os llevan en todas las direcciones y os enloquecen. De ahí que
las personas no lleguen a ningún sitio - no es posible-, porque una parte se
mueve en esta dirección y otra en aquella dirección, que es diametralmente
opuesta. ¿Cómo podéis llegar? Para ello sería necesaria vuestra totalidad. Por
eso veis personas que se arrastran; no tienen ninguna intensidad de vida; no es
posible. Se pierden en muchas direcciones... no pueden tener esa energía.
Pero este anhelo ha de ser muy
feliz; no debería hacerse de manera seria, porque en cuanto os volvéis serios,
os ponéis tensos. El anhelo de uno debería ser intenso, pero en absoluto tenso.
Ha de ser alegre, con risa, baile y canto. No ha de convertirse en un deber. No
estáis complaciendo a Dios, ni a nadie... simplemente estáis viviendo tal como
queréis vivir; de ahí vuestra felicidad. Es el modo en que habéis elegido
vivir, es la forma en que queréis encenderos... pero ha de ser una llama
danzarina.
Osho - DÍA A DÍA,
365 meditaciones para el aquí y el ahora.