Ignorancia

17. Ignorancia

Cuando utilizo la palabra ignorancia, no la empleo en un sentido negativo. No me refiero a ausencia de conocimiento. Aludo a algo fundamental, muy presente, muy positivo. Es como somos. Es la misma naturaleza de la existencia la que permanece misteriosa, y ese es el motivo por el que es tan hermosa.
Todo el conocimiento es superfluo. El conocimiento como tal es superfluo. Y todo el conocimiento crea solo una ilusión de que sabemos... pero no sabemos. Podéis vivir toda la vida con un hombre, y podéis pensar que lo conocéis... pero no lo conocéis. Podéis dar a luz, y podéis pensar que conocéis a vuestro bebé... pero no lo conocéis.
Sea lo que fuere lo que creemos saber, es muy ilusorio. Alguien pregunta: «¿Qué es el agua?», y vosotros respondéis: «H20». Eso es simplemente un juego. No se sabe lo que es el agua, ni lo que es la «H» ni la «O».

Estáis etiquetando. Alguien pregunta qué es esa «H», ese hidrógeno... y recurrís a las moléculas, los átomos, los electrones... pero una vez más estáis dando nombres. El misterio no está acabado... el misterio solo se ha postergado y al final solo queda una tremenda ignorancia. Al comienzo no sabíamos qué era el agua, ahora no sabemos lo que es el electrón, de manera que no hemos arribado a ningún conocimiento. Hemos jugado al juego de dar nombres, de colocar en categorías, pero la vida sigue siendo un misterio. La ignorancia es tan profunda y tan definitiva que no se puede destruir. Y una vez que lo entendéis, podéis reposar en ella. Es tan hermosa, tan relajante... porque entonces ya no queda adónde ir. No hay nada que saber, porque no se puede saber nada. La ignorancia es definitiva. Es tremenda 1, vasta.
Osho

Enero 17

Enero 17
La vida sin oración está vacía y carece de sentido porque es esa comunión con la parte más elevada de ti misma la que te revela la plenitud de esta vida gloriosa que es tu verdadera herencia. Que tus oraciones sean positivas y constructivas, y agradece lo que vas a recibir incluso antes de rezar por ello. Cuando reces siente una unidad con toda la vida en la que no hay separación, pues todo es uno. La oración lo une todo; lo atrae todo entre sí y crea perfecta unidad. Háblame y escúchame. Nunca malgastes el tiempo en suplicarme por esto, por aquello y por lo otro, porque esa no es la auténtica oración. Suplicar es crear separación, y yo quiero que crees unidad en todo momento. Somos uno. YO ESTOY en ti; no has de buscarme fuera. YO ESTOY siempre aquí esperando que Me reconozcas. Reconoce nuestra unidad ahora; Yo en ti y tú en Mí

- Eileen Caddy

13 dic - Sta Filomena