227. Hacer el bien
Haced lo que sea necesario en la vida, pero no olvidéis manteneros distantes.
Dejad que suceda en la periferia; el centro se mantiene desvinculado.
Uno ha de hacer cosas, de modo que uno no deja de hacerlas,
pero no debería sentirse
perturbado por ellas. No es más que una actuación, una representación. En cuanto entendéis esto, podéis estar en cualquier
parte, en cualquier clase de trabajo
y mantener la ecuanimidad; podéis manteneros
absolutamente no contaminados.
El problema
es que a lo largo de los siglos al hombre se le ha enseñado a hacer el bien, no el mal, a hacer esto, no aquello. El
hombre ha recibido mandamientos, cosas que se pueden hacer y cosas que no. Yo no os doy ningún mandamiento. No me preocupa lo que hacéis,
mi única preocupación es con vuestro
ser.
Si estáis en silencio,
felices, centrados, haced lo que haya que hacer y no habrá problema. Si no estáis centrados, integrados
en vuestro interior; si no os halláis en un estado
de meditación, entonces ni siquiera hacer el bien ayudará. Por esa causa veis que tantas personas
que no dejan de hacer el bien únicamente lo hacen porque
buscan obtener un prestigio
con ello. Hacen daño, su resultado último es el daño.
El énfasis ha de estar
no en hacer, sino en ser, y esto es un fenómeno totalmente diferente. No importa que seáis abogados, médicos, ingenieros, prostitutas o políticos; no importa
lo que hacéis. Lo único que importa es saber si estáis centrados en vuestro ser. Eso cambiará muchas cosas.
Osho - DÍA A DÍA,
365 meditaciones para el aquí y el ahora.