Entrando en el miedo



136. Entrando en el miedo        
 Siempre que haya miedo, jamás escapéis de él. De hecho, sacad pautas de él.
Esas son las direcciones en las que necesitáis viajar. El miedo es simplemente un desafío. Os llama: «¡Venid!».
Siempre que algo es realmente bueno, también asusta, porque os proporciona ciertas percepciones. Os fuerza a avanzar hacia ciertos cambios. Os lleva a un borde desde el cual, si dais marcha atrás, jamás os lo perdonaréis. Si seguís adelante, es peligroso. Ahí está lo que asusta. Si podéis regresar con facilidad, no hay problema. Pero se trata de percepciones de las que no podéis regresar. Si lo hacéis, jamás seréis capaces de perdonároslo. Siempre os recordaréis como unos cobardes.
Siempre que haya un miedo, recordad no dar marcha atrás, porque ese no es el camino para solucionarlo. Adentraos en él. Si teméis la noche oscura, adentraos en ella, porque es la única manera de superarlo. Es el único modo de trascender el miedo. Adentraos en la noche; no hay nada más importante que eso. Esperad, sentaos solos y dejad que la noche trabaje. Si tenéis miedo, temblad. Dejad que el temblor esté presente, pero decidle a la noche: «Haz lo que quieras hacer. Estoy aquí». Pasados unos minutos, veréis que todo se ha asentado. La oscuridad va no es oscura, ha llegado a ser luminosa. La disfrutaréis. Podéis tocarla... el silencio aterciopelado, la vastedad... la música. Seréis capaces de disfrutarlas diréis: «¡Qué necio he sido de temer una experiencia tan hermosa!».

Osho

Mayo 16



Que las palabras de tu boca y las meditaciones de tu corazón sean aceptables para Mí en todo momento. Mejor estar callada y no decir nada que abrir la boca y consentir que salgan de tus labios palabras carentes de guía de las que quizá te hayas de arrepentir nada más decirlas. Hablar a destiempo puede ocasionar un daño y un sufrimiento innecesarios; por eso, aprende a controlar tu lengua, y cuenta hasta diez antes de abrir la boca. Se tarda menos de un segundo en decir algo hiriente, pero se tarda mucho en curar esa herida. Cuando aprendas a hacerlo todo para Mí y para Mi honor y gloria, no te equivocarás. Si tan sólo inviertes tiempo y eres muy paciente, verás la chispa divina en el interior de todas las personas. A continuación podrás avivar esa chispa sin intentar jamás extinguirla mediante tu crítica, intolerancia y falta de comprensión. Sabrás que todas las almas son iguales bajo Mi mirada.

Eileen Caddy (la Voz Interior)

13 dic - Sta Filomena