346. Humildad 12.12
En esencia, el amor es humildad... no existe
otra clase de humildad. Si esta se cultiva sin amor, no es más que una cara
para el ego, otro engaño del ego.
Cuando la humildad surge del
amor de forma natural, es tremendamente hermosa. Así que enamoraos de la
existencia... y el comienzo es enamorarse de uno mismo.
En cuanto os enamoráis de
vosotros mismos, empezáis a enamoraros de muchas personas, y poco a poco ese
espacio crece y crece. De pronto un día descubrís que en él está incluida toda
la existencia, que el amor ya no va dirigido a nadie en particular, que
simplemente está ahí para que cualquiera lo tome... fluye. Aunque no haya
nadie para tomarlo, fluye... Entonces el
amor no es una relación, es un estado de ser. Y en ese estado de ser hay
humildad, verdadera humildad. Jesucristo es humilde en ese sentido; el Papa no
es humilde. Alguien puede cultivar la pobreza y volverse muy egoísta al
respecto, alguien puede cultivar la humildad y volverse muy egoísta al
respecto. Para mí, la verdadera humildad surge como una fragancia del amor. No
se puede cultivar, no podéis practicarla, no hay manera de aprenderla. Tenéis
que entrar en el amor, y un día, de pronto, descubrís que este ha florecido...
ha llegado la primavera y el amor ha florecido y flota una fragancia que nunca
antes había estado presente: sois humildes.
Osho -
DÍA A DÍA, 365 meditaciones para el aquí y el ahora.