239. Dicción al trabajo
El trabado
es bueno, pero no debería volverse una adicción.
Muchas personas
han convertido su trabajo
en una droga para poder olvidarse de sí mismas
en él... igual que un borracho que se olvida en el alcohol.
Uno debería ser tan capaz de no hacer como de hacer... entonces uno es libre. Uno debería
ser capaz de sentarse, de no hacer nada, tan perfecta,
hermosa y felizmente como cuando trabaja
con ahínco y hace muchas cosas;
entonces uno es flexible.
Hay dos tipos de personas: las que están pegadas
a su letargo
y el otro extremo
pegado a su ocupación. Ambas están en cárceles.
Uno debería ser capaz de pasar de uno a otro sin esfuerzo.
Entonces disponéis de una cierta libertad,
vuestro ser tiene una cierta gracia y espontaneidad.
No estoy en contra del trabajo, no estoy en contra de nada... pero nada debería volverse una adicción. De lo contrario, os encontráis en un estado muy confuso. Si el trabajo es una ocupación y uno se oculta en él, entonces
se convierte en algo repetitivo, mecánico. Es más como una
obsesión, estáis poseídos
por un demonio.
Osho - DÍA A DÍA,
365 meditaciones para el aquí y el ahora.