196. Punto cero
Nos hemos acostumbrado a los altibajos:
cuando estamos arriba, nos sentimos bien; cuando estamos abajo, nos sentimos
mal. Pero justo en el medio hay un punto que no es ni arriba ni abajo; es el
punto neutral.
A veces ese punto neutral
asusta mucho, porque si uno se siente mal, uno sabe a qué se debe; si uno se
siente bien, también sabe a qué se debe. Pero cuando no se puede sentir ninguna
de las dos cosas, uno simplemente se halla en una especie de limbo y siente
miedo. Pero ese punto es muy hermoso. Si sois capaces de aceptarlo, os dará una
percepción inmensa sobre vuestra vida. Cuando estáis arriba, eso os perturba;
todos los placeres conllevan un estado febril de excitación. Y cuando estáis
abajo, una vez más os veis perturbados de un modo negativo. Cuando estáis
arriba, queréis aferraros a ese estado; cuando estáis abajo, queréis salir de
él. Hay algo en lo que trabajar y en lo que mantenerse ocupado, pero cuando os
halláis justo en el medio, toda la fiebre se desvanece; es el punto cero.
A través de ese punto cero se
pueden disponer de una inmensa percepción de uno mismo, porque todo está en
silencio.
No hay felicidad ni
infelicidad, de modo que no hay ningún tipo de ruido, hay absoluta quietud.
Buda empleó este punto muy profundamente con todos sus discípulos. Era una
obligación, todo el mundo debía alcanzarlo primero, y luego comenzaba el
trabajo. Él lo llamaba upeksha, otro nombre para neutralidad.
Osho - DÍA A DÍA,
365 meditaciones para el aquí y el ahora.