Esquizofrenia 07.07


 188. Esquizofrenia        
La culpabilidad siempre crea esquizofrenia. Y puede lograrlo; si es muy profunda, puede crear una verdadera escisión.
No existe división entre el mundo y la espiritualidad. Pero debido al fenómeno de la culpabilidad esa división surge. De modo que hay que descartar la culpabilidad. No es que tengáis que unir la espiritualidad y el mundo; están unidos. No hay modo de separarlos. Lo que debéis hacer es entender vuestra culpabilidad y desprenderos de ella, de lo contrario siempre crea esquizofrenia. Y puede lograrlo; si es muy profunda, puede provocar una verdadera escisión. Una persona puede convertirse en dos, de tal manera que es capaz de no ser consciente de la otra. La división puede ser tan marcada que los dos aspectos no lleguen a conocerse jamás, que nunca se produzca dicho encuentro.
Debéis comprender vuestra culpabilidad. Moveos con toda la naturalidad que os sea posible y no digáis que algo es «espiritual» y otra cosa es «mundana». Esa misma categorización está mal porque es entonces cuando nace la división. En cuanto etiquetáis algo como espiritual, de pronto habéis condenado al mundo. Cuando decís que algo es mundano, ha surgido la división. No hay necesidad de ello.
No dividís cuando veis la luna por la noche y la disfrutáis, y luego un día veis a un niño sonriendo y también disfrutáis. ¿Qué es espiritual y qué material? Veis una flor abrirse y algo se abre en vosotros que os hace regocijaros. La comida se está preparando, toma el sabor y de repente hay gozo en ello. ¿Qué es espiritual y qué mundano?
Osho  - DÍA A DÍA,  365 meditaciones para el aquí y el ahora. 

Julio 7

No puedes decir que me amas y odiar a tus semejantes, porque el amor y el odio son como el aceite y el agua; no se mezclan. Cuando Me ames de verdad, amarás a tus semejantes. Os amaréis los unos a los otros. Mostraréis compasión y entendimiento mutuos. Cuando os améis los unos a los otros, Me amaréis a Mí. Están tan engarzados que no se pueden separar ¿Cómo es el amor que os profesáis? ¿Estás dispuesta a renunciar a ti misma por otra alma? El amor no necesita ser expresado con palabras; se ve y se siente en la acción. Irradia desde dentro. El amor es el lenguaje del silencio. Se puede entender y aceptar sin pronunciar una sola palabra. Es un idioma internacional que se entiende por medio del corazón, no por medio de la mente. No importa tu nacionalidad, siempre hay modos de expresar el amor y de comunicarlo con absoluto silencio. Tus ojos, tu  corazón, tu actitud, tu ser entero pueden dar a entender lo que estás sintiendo hacia otra alma.
Eileen Caddy - La Voz Interior

13 dic - Sta Filomena