VIEJA Y MEZQUINA 28.09


271.       VIEJA Y MEZQUINA        28.09
La mente no deja de encogerse... a medida que envejecéis, la mente se vuelve más y más pequeña y más), más mezquina. No es fortuito que la gente mayor se vuelva un poco mezquina.
Hay tantas personas mayores que siempre están enfadadas, irritadas, molestas, sin motivo en particular, y ello se debe a que han perdido el corazón en su vida. Han vivido solo con la mente, que no conoce ningún camino para expandirse; únicamente sabe encogerse, algo que nunca deja de hacer. Cuanto más sabéis, más pequeña la mente que tenéis. La persona ignorante posee una mente mayor que la persona culta, porque no tiene nada en la mente. No hay espacio. La persona instruida está demasiado llena de conocimiento; carece de espacio. Pero el corazón es otro nombre del espacio interior.
Así como existe el espacio exterior -el cielo sin barreras, sin límites-, de la misma manera el cielo interior carece límites. Ha de ser así: si el exterior es infinito, el interior no puede ser finito. Debe equilibrar el exterior; es su otro polo. El cielo interior es tan grande como el exterior, de la misma proporción.
La meditación no tiene que suceder en la cabeza... no puede suceder allí, y sea lo que fuere lo que tenga lugar allí, no es más que una imitación de la meditación. No es ni verdad ni real; lo real siempre acontece en el corazón. Así que recordadlo: cuando hablo de despertar, hablo del despertar del corazón. No debe entenderse únicamente como una doctrina; ha de experimentarse, ha de convertirse en vuestra estado existencial.
Osho  - DÍA A DÍA,  365 meditaciones para el aquí y el ahora.

Septiembre 28


Recuerda siempre que puedes hacer algo respecto a la situación del mundo mediante un cambio completo de corazón, mente y espíritu. Cuando te des cuenta de eso, cuando asumas tus responsabilidades y hagas algo al respecto, los cambios se producirán; al principio de forma muy pequeña, si bien después se extenderán hasta incluirlo todo. Considera lo maravilloso, lo estimulante que es saber que puedes hacer algo para rectificar el estado del mundo cambiando desde dentro, y reflejando de esa manera esos cambios en el exterior. Benditos los que están dispuestos y abiertos, los que ven la necesidad de cambiar y hacen algo a ese respecto; pues ellos son como la levadura en la masa que permite que el pan crezca. Sin la levadura la masa no crecería. Sin cambio todo permanecería estático, se quedaría estancado y  moriría. Así pues, expándete con auténtico gozo y gratitud, y da gracias por poder hacerlo; y entra en acción ahora.
La Voz Interior  Eileen Caddy

13 dic - Sta Filomena