116. Un matrimonio verdadero
Todo el
proceso del Tantra radica en cómo unir a los opuestos, cómo ayudar a que las
polaridades se disuelvan en un único Ser Y cuando uno está completo, uno es
sagrado.
Ahora bien, el hombre y la mujer no pueden reunirse eternamente; solo
puede tratarse de algo momentáneo. Esa es la desdicha del amor, y también su
júbilo. El gozo, el éxtasis, es debido a la reunión momentánea. Al menos
durante un momento uno se siente completo... no falta nada; todo encaja en una
armonía. Hay un gran júbilo, pero no tarda en perderse.
El Tantra dice: emplead esto como una llave... la reunión con lo exterior
solo puede ser momentánea. Pero hay una mujer y un hombre interiores; la
reunión con lo interior puede ser permanente, eterna. Así que aprended el
secreto desde el exterior y aplicadlo al interior. Ningún hombre es solo un
hombre y ninguna mujer solo una mujer. Esta es una de las más grandes
percepciones del Tantra... porque un hombre nace de hombre y mujer, de la
reunión de esas dos polaridades. Lleva algo del padre y algo de la madre. Igual
sucede con la mujer. De manera que en lo más hondo de nosotros también está el
opuesto; si la mente consciente es hombre, entonces la inconsciente es mujer, y
viceversa.
A menos que aprendáis el arte de reuniros con el otro interior, el amor
permanecerá como una desdicha y el júbilo como un círculo vicioso, y os
sentiréis desgarrados. Esa reunión interior es posible del mismo modo que es
posible la reunión exterior. Pero la interior tiene algo especial: no necesita
terminar... puede ser un matrimonio verdadero.
Osho