210. Niños
Pensad en cada niño como un milagro.
Respetadlos, reverenciadlos; no los deis por supuestos.
Cada niño es un encuentro del
Cielo y de la Tierra. Cada niño es un milagro. Algo acontece que por regla
general no sucede: la unión de la materia y la conciencia, la unión de lo
visible y lo invisible. Así que consideradlo un milagro. Respetadlo,
reverenciadlo; no lo deis por supuesto. En cuanto el niño se da por hecho,
empezamos a asesinarlo. Y cada niño es asesinado; eso es lo que está sucediendo
en todo el mundo y lo que ha pasado a lo largo de los siglos: es una gran
masacre. No se trata solo de que Herodes matara a todos los niños de Israel, es
algo que acontece a diario; sucedía antes de Herodes y ha sucedido desde él.
Cada niño pasa por un
asesinato psíquico; en cuanto no es respetado y consideráis que os pertenece
como si fuera una posesión, el niño ha muerto, ha sido borrado. Hay que
respetarlo como a un Dios, porque es la llegada de Dios al mundo otra vez. Cada
niño es una declaración de Dios de que aún no se ha cansado, de que todavía no
se ha hartado del hombre, que aún alberga esperanzas, que continuará creando
nuevos seres humanos, sin importar en qué nos convirtamos, si en pecadores o en
santos. Sea lo que fuere lo que hagamos, él todavía espera que se cree el
verdadero hombre. ¡Dios aún no ha fallado! Esa es la declaración de cada niño
que llega a la Tierra, que llega a la existencia.
Osho - DÍA A DÍA,
365 meditaciones para el aquí y el ahora.