para recordar,
reflexionar y practicar:
- El pasado no tiene poder sobre el momento
presente.
- El aburrimiento, la ira, la tristeza o el
miedo no son ‘tuyos’, no son personales. Son condiciones de la mente
humana. Vienen y van. Nada que viene y va eres tú.
- Algunos cambios parecen negativos, pero pronto
te darás cuenta del espacio que está siendo creado en tu vida para que
algo nuevo emerja.
- La causa primaria de la infelicidad nunca es
la situación, sino tus pensamientos acerca de ella.
- Conocerte a ti mismo como el ser bajo el
pensador, la quietud debajo del ruido mental, el amor y la alegría por
debajo del dolor, es libertad, salvación e iluminación.
- Siempre di “si” al momento presente. ¿Qué
podría ser más inútil, más loco, que crear una resistencia interna a lo
que ya es? ¿Qué podría ser más loco que oponerse a la vida misma, la cual
es ahora y siempre ahora? Ríndete a lo que es. Di “si” a la vida – y mira
cómo ésta empieza inesperadamente a trabajar para ti en lugar de en tu
contra.
- Ser espiritual no tiene nada que ver con lo
que crees y todo que ver con tu estado de consciencia.
- La única cosa que siempre tendrás es ahora
(momento presente).
- Acepta – luego actúa. Lo que sea que el
momento presente contenga, acéptalo como si lo hubieras escogido. Siempre
trabaja con él, no en su contra.
- No te conviertes en bueno tratando de ser
bueno, sino encontrando la bondad que ya está dentro de ti y permitiendo
emerger esa bondad. Pero sólo puede emerger si algo fundamental cambia en
tu estado de consciencia.
- Tan pronto como honras el momento presente,
toda infelicidad y lucha se disuelven, y la vida empieza a fluir con
alegría y facilidad. Cuando representas la consciencia del momento
presente, lo que sea que hagas se impregna de un sentido de calidad,
cuidado y amor – aún la acción más simple.
- El momento en el que el juicio se detiene a
través de la aceptación de lo que es, estás libre de la mente. Haz creado
espacio para el amor, el gozo y la paz.
- El amor es un estado del Ser. Tu amor no está
fuera; está profundo en tu interior. Nunca puedes perderlo, y nunca puede
abandonarte. No es dependiente de algún otro cuerpo o forma externa.
- Cuando no cubres el mundo con palabras y
etiquetas, un sentido de lo milagroso regresa a tu vida. Lo cual se perdió
hace mucho tiempo cuando la humanidad, en lugar de usar el pensamiento,
fue poseída por éste.
- Que liberador es darse cuenta que ‘la voz en mi cabeza’ no es quien soy. ‘Entonces, quién soy?’ Soy el que ve eso/se da cuenta de ello.
Eckhart Tolle
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