11 – Orgasmo
Hay momentos, contados momentos, muy
espaciados entre sí, en que el ego algunas veces desaparece porque os
encontráis en una embriaguez total. En el amor a veces sucede; en ocasiones
también en el orgasmo.
En el orgasmo profundo vuestra
historia desaparece, vuestro pasado no deja de retroceder, hasta que al final
desaparece. En el orgasmo no tenéis ninguna historia, ningún pasado, no tenéis
mente ni autobiografía. Estáis absolutamente aquí, ahora. No sabéis quiénes
sois, carecéis de identidad. En ese momento el ego no funciona, y de ahí el
júbilo del orgasmo, su refrescante cualidad, lo rejuvenecedor que es. Por eso
os deja tan silenciosos, tan tranquilos, tan relajados y satisfechos. Pero una
vez más irrumpe el ego, entra el pasado para arraigarse en el presente. De
nuevo la historia empieza a funcionar y vosotros dejáis de funcionar. El ego es
vuestra historia, no es una realidad. Y es vuestro enemigo.
Todas las personas giran por
esa esquina muchas veces en la vida, porque esta se mueve en un círculo y una y
otra vez llegamos al mismo punto, pero debido a la falta de coraje escapamos de
ese punto. De lo contrario, el ego es una falsedad. De hecho, dejarlo morir
sería lo más fácil y mantenerlo vivo lo más arduo, pero lo mantenemos con vida
y pensamos que es lo más fácil.
Osho
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