46. Confusión
Desprendeos de vuestras
ideas fijas. Entonces
podréis disfrutar más de la confusión. Y no os confundirá... será un caos creativo. Un hombre necesita
un caos creativo en el
corazón para dar
nacimiento a danzantes estrellas. No hall, otra
manera.
Si tenéis ideas fijas, la vida
os va a crear mucha confusión, porque la vida jamás cree en vuestras ideas. No deja
de revolver las cosas. Interfiere con la gente. Hace trucos. No es como el salón
en el que arregláis los muebles y todo sigue siendo igual. La vida no es un salón.
Es un fenómeno muy salvaje.
Y Dios es muy caótico. No es un
ingeniero o un arquitecto, un científico o un matemático. Es un soñador, y en un
mundo de sueños, todo está revuelto.
Vuestro novio de pronto se convierte
en un caballo... En un sueño, nunca discutís ni preguntáis: «¿Qué ha pasado? ¡Hace
apenas un momento eras mi novio y ahora te has transformado en un caballo!». En
un sueño, aceptáis. Ni siquiera surge la más mínima sospecha sobre lo que sucede,
porque en un sueño no lleváis vuestra idea.
Pero despiertos os sería imposible
ver que vuestro novio se está transformando en un caballo. ¡Y los novios se convierten
muchas veces en caballos! La cara puede que siga siendo la misma, pero la
energía es diferente. Entonces os sentís confusos.
Realmente nunca me he encontrado
con una persona confusa. Más bien, me encuentro con gente que tiene ideas
fijas. Cuanto más fija la idea, más confusión habrá.
Si no queréis estar confusos, desprendeos
de la idea. No es que la confusión vaya a cambiar, pero no parecerá una
confusión. Se trata simplemente de la vida, que está viva.
Osho
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