51. La puerta
Toda relación es imaginación, porque siempre que salís de vuestro propio
ser, salís solo a través de la puerta de la imaginación. No hay otra puerta
El amigo, el enemigo, ambos están
en vuestra imaginación. Cuando dejáis por completo de imaginar, estáis solos, absolutamente
solos. Una vez que entendéis que la vida y todas sus relaciones son imaginación,
no vais contra la vida, pero vuestra comprensión os ayuda a hacer que vuestras relaciones
en la vida sean más ricas. Ahora que sabéis que las relaciones son imaginación,
¿por qué no poner más imaginación en ellas? ¿Por qué no disfrutarlas lo más profundamente
que os sea posible? Cuando la flor no es más que vuestra imaginación, ¿por qué no
crear una flor hermosa? ¿Por qué conformarse con una flor corriente? Dejad que sea
una flor de esmeraldas y diamantes.
Sea lo que fuere lo que imaginéis,
dejad que sea. La imaginación no es un pecado, es una capacidad. Es un puente. Así
como cruzáis un río con un puente que tendéis entre esta orilla y aquella, así
funciona la imaginación entre dos personas.
Dos seres proyectan un puente -llamadlo
amor, confianza-, pero es imaginación. La imaginación es la única facultad creativa
en el hombre, de modo que aquello que sea creativo va a ser imaginación. Disfrutadlo
y haced que sea más y más hermoso. Poco a poco llegaréis a un punto en el que no
dependeréis de las relaciones. Compartiréis. Si tenéis algo, lo compartís con las
personas, pero os sentís satisfechos con quiénes sois.
Todo amor es imaginación, pero
recordad, cuando empleo la palabra imaginación, no la utilizo en el sentido condenatorio
con que se la usa por regla general. La imaginación es la facultad divina del hombre.
Osho
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