79. Mañana
Cuando buscáis, el futuro es importante, el
objetivo es importante. Y cuando no buscáis, el momento presente es todo lo que
hay... todo. No hay futuro, de modo que no podéis postergar..., no podéis
decir. «Mañana seré feliz».
A través del mañana destruimos
el hoy; a través de lo ficticio destruimos lo real. De manera que podéis decir:
«Muy bien, si hoy estoy triste, no hay nada de qué preocuparse... mañana estaré
feliz». De modo que el hoy se puede tolerar, lo podéis soportar. Pero si no hay
mañana ni futuro, y nada que buscar y encontrar, no hay forma de postergarlo...
la misma postergación desaparece. Entonces depende de vosotros ser o no ser
felices. Y en el momento, en este momento, tenéis que decidir. Y no creo que
nadie vaya a decidir ser infeliz. ¿Por qué? ¿Para qué?
El pasado ya no existe, y el
futuro jamás existirá, de modo que este es el momento. Podéis celebrarlo:
podéis amar, podéis rezar, podéis cantar, podéis bailar, podéis meditar, podéis
emplearlo como queráis. Y el momento es tan pequeño, que si no estáis muy
alerta, se os escurrirá de las manos, desaparecerá. Entonces, para ser, uno ha
de estar muy alerta. En cambio, hacer no requiere ninguna alerta, es algo muy
mecánico.
Y no empleéis la palabra
esperar... porque eso significa que el futuro ha vuelto a entrar por la puerta
de atrás. Si creéis que deberíais esperar, una vez más estáis esperando el
futuro. No hay nada por lo que esperar. La existencia es tan perfecta en este
momento como lo será jamás. Nunca va a ser más perfecta.
Osho
No hay comentarios.:
Publicar un comentario