No se puede construir un templo fuerte sin una cimentación sólida. No se
puede construir el nuevo cielo y la nueva tierra sin amor, amor entre vosotros
y hacia Mí. El amor comienza por las pequeñas cosas de la vida y se extiende
desde ella. Siembra semillas de amor allá donde vayas, y mira cómo crecen,
florecen y dan fruto. Incluso esas semillas de amor que han sido plantadas en
los corazones más duros comenzarán a crecer al final; quizás les cueste
germinar, pero si se les cuida con atención y cariño, no pueden dejar de
crecer. Por eso, que nadie te parezca un caso desesperado; sencillamente,
vierte amor sin cesar y no endurezcas tu corazón. Deja de intentar justificarte
a ti o a tus actos. Deja de echar la culpa a la otra persona. Busca en tu
propio corazón, resuelve lo que haya que resolver en tu interior, y encuentra
la paz perfecta de corazón y mente. De ese modo puedes dirigirte a cualquier
parte con verdadera dicha y libertad, irradiando cada vez más amor. Nunca puede
haber demasiado amor. Haz que fluya libremente.
Eileen Caddy
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