109. Más elevado que el sexo
La gente
ha olvidado por completo que el sexo no es nada comparado con esa fusión que
acontece cuando yacéis juntos en un profundo amor, en una profunda reverencia,
en oración.
Cuando la energía física no se halla sexualmente involucrada, se eleva a
altitudes superiores. Puede alcanzar lo definitivo, el samadhi. Pero la gente
lo ha olvidado por completo. Cree que el sexo es el fin. El sexo solo es el
comienzo. Así que recordadlo.
Siempre que amáis a alguien, cercioraos de nacer juntos en un profundo
amor y alcanzaréis orgasmos más elevados, sutiles y profundos. Así es como poco
a poco surge el celibato. Lo que en la India llamamos brahmacharya, el celibato
real, no va contra el sexo: es más elevado que el sexo, más profundo. Es más
que el sexo. Sea lo que fuere lo que pueda proporcionar el sexo, lo brinda,
pero también aporta más. De modo que cuando sabéis cómo emplear vuestra energía
en un nivel tan elevado, ¿quién se molesta con los espacios inferiores? ¡Nadie!
Entonces no es contra el sexo.
No digo que os desprendáis del sexo. Digo que a veces os permitáis
espacios puros de amor donde el sexo no es una preocupación. De lo contrario,
sois atraídos de vuelta a la Tierra y jamás podréis volar al Cielo.
Osho
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