Mirando en la oscuridad



143. Mirando en la oscuridad   
A veces, cuando entráis en vuestra habitación parece oscura. Pero entonces os sentáis y descansáis, y poco a poco la oscuridad desaparece. La habitación está llena de luz. No es que haya sucedido algo. Lo que pasa es que vuestros ojos se han acostumbrado a mirar en la oscuridad.
Se dice que los ladrones empiezan a ver en la oscuridad con más claridad que cualquiera porque deben trabajar en la oscuridad. Tienen que entrar en casas desconocidas y a cada paso hay peligro. Pueden tropezar con algo. Poco a poco, comienzan a ver en la oscuridad. Esta no es tan oscura para ellos. Así que no tengáis miedo. Sed como los ladrones. Sentaos con los ojos cerrados y mirad en la oscuridad lo más profundamente que os sea posible. Que esa sea vuestra meditación.
Todos los días, durante treinta minutos, sentaos en un rincón, cerrad los ojos y cread oscuridad -tan oscura como podáis imaginar- y luego mirad en esa oscuridad. Si os resulta difícil, simplemente pensad en una pizarra ante vosotros, muy oscura y negra. Poco a poco podréis imaginar más oscuridad. Quedaréis tremendamente sorprendidos de que cuanto más miréis en la oscuridad, más claros serán vuestros ojos.
Y si hay miedo, permitidlo. De hecho, deberíais disfrutarlo. Dejad que esté ahí; empezad a temblar. Si el temor inicia una cierta vibración en vosotros, dejadlo, temblad. Asustaos todo lo que podáis. Casi permitid que os posea... y ved lo hermoso que es. Es prácticamente un baño... y con él se desvanecerá mucho polvo. Cuando salgáis de  ese temblor, os sentiréis muy vivos, vibrantes de vida, palpitando con una nueva energía, rejuvenecidos.

Osho

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

13 dic - Sta Filomena