Tristeza


170         Tristeza               
Cuando sintáis tristeza, estad tristes. Realmente tristes... hundíos en la tristeza.
¿Qué otra cosa podéis hacer? La tristeza es necesaria. Relaja mucho... es una noche oscura que os rodea. Dormíos en ella. Aceptadla y veréis gafe en cuanto lo hacéis, empieza a volverse algo hermoso.
La tristeza es fea debido al rechazo; no es fea en sí misma. Una vez que la aceptéis, veréis lo hermosa que es, cuánto os relaja, lo serena y silenciosa que es. Tiene algo para dar que la felicidad nunca tendrá.
La tristeza aporta profundidad. La felicidad da altura. La tristeza brinda raíces. La felicidad ramas. La felicidad es un árbol que va hacia el cielo y la tristeza es corno las raíces que se adentran en las entrañas de la tierra. Pero ambas son necesarias, y cuanto más se eleva un árbol, más profundidad alcanza al mismo tiempo. Cuanto más grande, mayores sus raíces.
De hecho, siempre están proporcionadas. Un árbol alto poseerá raíces hundidas en la tierra en igual proporción. Eso es equilibrio.
No podéis provocar dicho equilibrio. El que aportéis no servirá. Carece de valía. Será forzado. El equilibrio surge de forma espontánea; ya está ahí. De hecho, cuando estáis felices, os excitáis tanto que os agotáis. ¿Lo habéis notado,' Entonces en el acto el corazón se mueve en la otra dirección, os brinda un reposo. Lo sentís como una tristeza. Os está dando un descanso porque empezabais a agitaros demasiado. Es algo medicinal, terapéutico. Es como cuando durante el día trabajáis con ahínco y por la noche os quedáis profundamente dormidos. Por la mañana volvéis a estar frescos. Después de la tristeza, volveréis a estar frescos para estimularos otra vez.
Así que sentid la tristeza cuando estéis tristes. Aceptadla y estad tristes, totalmente tristes.
DÍA A DÍA,  365 meditaciones para el aquí y el ahora.   Osho

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13 dic - Sta Filomena