La chispa divina está en el
interior de cada individuo pero en muchas almas necesita ser sacada y avivada
para que prenda. Despierta de tu sueño, reconoce la divinidad en tu interior,
aliméntala y haz que crezca y florezca. Una semilla se ha de plantar en la
tierra antes de poder crecer. Contiene dentro de sí todo su potencial, pero ese
potencial permanece latente hasta que se le proporcionan las condiciones
adecuadas para que crezca y se desarrolle. Tú contienes el reino de los cielos
en tu interior, pero si no te despiertas a ese hecho y empiezas a buscarlo, no
lo encontrarás y allí se quedará. Hay muchas almas en esta vida que no
despertarán a ese hecho y son como semillas guardadas en sobres. Tienes que
querer romper tus ataduras para ser libre. Tan pronto como ese deseo esté ahí
recibirás ayuda de todas las formas posibles. Pero primero ha de existir ese
deseo en tu interior.
La Voz
Interior Eileen Caddy
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