336. Ira
interior 02.12
Una
parte de la ira es comprensible porque está relacionada con personas, con
situaciones. Pero cuando se elimina esa capa superficial, entonces os
encontráis con una fuente de ira que no está relacionada con nada exterior, que
sencillamente es una parte de vosotros.
Se nos ha enseñado que la ira solo surge en
determinadas situaciones tensas. Eso no es verdad. Nacemos con ira, es parte de
nosotros. Aparece en ciertas situaciones, y en otras permanece inactiva, pero
está ahí.
De modo que primero hay que lanzar la ira que está
relacionada, y luego uno se encuentra con la más profunda fuente de ira, que no
está relacionada con nada más... con la que nacemos. No va dirigida a nada, y
ahí radica el problema para comprenderla. Pero no hace falta entenderla.
Simplemente arrojadla... no sobre alguien, sino sobre una almohada, al cielo, a
Dios, a mí.
Esto va a suceder con cada emoción. Hay una parte
del amor que está relacionada con alguien. Luego, si ahondáis más, un día
llegaréis a. la fuente de amor que no tiene destino fijo. No se mueve hacia
nadie... simplemente está ahí dentro. Y lo mismo es cierto para todo lo que
sentís. Todo tiene dos lados.
Uno, el inconsciente, el lado más profundo, simplemente
está con vosotros, y el superficial es el funcionamiento de esa capa más
profunda en una relación. Las personas que siempre permanecen superficiales,
olvidan por completo sus tesoros interiores. Cuando arrojáis la ira interior,
os encontráis cara a cara con el amor interior, la compasión interior. Hay que
barrer los escombros para poder encontrarse con el oro más puro que se tiene
dentro.
Osho -
DÍA A DÍA, 365 meditaciones para el aquí y el ahora.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario