Enemigos del avance espiritual
Hay ciertos enemigos de
nuestra sociedad que impiden el desarrollo del hombre, entre ellas cabe
destacar: el sistema financiero, el sistema militar, las instituciones
religiosas y el sistema médico y farmacéutico. Todas nos han sumido en la
ignorancia y la esclavitud. Temen perder su dominio porque sin ellas el hombre
despertaría a su libertad. Sin embargo y gracias a la era de la información
cada vez más y más personas se están saliendo de los sistemas imperantes y
optando por vivir desde y acorde a su divinidad, a quienes verdaderamente son y
no a quienes les han contado que son.
Si echamos una mirada profunda
y honesta a cada uno de estos sistemas,
Qué nos han aportado?
Nos han unido?
No han hecho ser individuos
responsables de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones?
Nos han ayudado a conocernos a
nosotros mismos, nuestro origen, nuestra misión y nuestro camino evolutivo?
Nos ayudan a manifestar
prosperidad material y espiritual?
Muy al contrario, nos han
traído miseria, separación, limitaciones y miedos.
1.El Sistema médico
sanitario tradicional: ha convertido la disfunción en un negocio lucrativo.
Este sistema nos ha hecho creer que las disfunciones ocurren por casualidad,
una especie de “lotería” de la que solo puede escaparse a través de medicamentos,
que no son otra cosa que energías dañinas que nos vuelven débiles y
dependientes. Este sistema nos convierte en meros “reactores”, no en seres
“creadores” o hacedores y conocedores de nuestra energía y nuestro
desenvolvimiento como seres energéticos. Tienen que entender profundamente, y
grabar esto en su energía-pensamiento, que las disfunciones no son otra cosa
que la manifestación de un proceso psíquico que se encuentra aún en estado de
energía-pensamiento. Cuando esta energía-pensamiento comienza a enfermarse,
produce una sobrecarga eléctrica que desestabiliza la fluidez, la frecuencia y
el ritmo. De esta manera, la vibración decae y, al hacerlo, permite la entrada
de energías cinabrias enfermas que viven y se alimentan de este tipo de
ondulación vibratoria. En vez de destinar dinero a hospitales, laboratorios,
farmacias y vacunas, por qué no crear lugares donde nos enseñen a gestionar
nuestras energías-pensamientos y transmutar los negativos en positivos para
evitar la disfunción y crecer como seres conscientes y responsables, elevando
así nuestra vibración y la del planeta?
2. La instituciones
religiosas: nos han desempoderado, ocultado nuestra verdadera naturaleza,
suprimido nuestra luz y manipulado la única verdad: que todos somos seres
cristalinos eternos, pedacitos de ese Dios/ Creador/ Fuente/ Principio del que
nacimos y hacia donde volveremos en unidad llenos de sabiduría y experiencias.
Si esa energía suprema de la que formamos parte (y que transciende toda
comprensión humana) tiene los más bellos atributos y capacidades infinitas de
amor, armonía, belleza y abundancia, por qué no lo estamos expresando? Porque
siempre nos han dicho qué pensar, qué sentir, qué hacer y cómo hacerlo.
Ese Dios que se disputan las
distintas religiones, peleándose las unas con las otras como si trataran de
poseerlo, ese Dios ya no nos sirve, pues es solo un concepto humano, mental e
inventado para tratar de explicar lo inexplicable y que nada tiene que ver con
el Dios verdadero, que ya reside en el interior de cada uno y no tiene
reglamentos ni juicios, sino sólo y puramente amor incondicional, pero no ese
amor del que se habla a la ligera, sino del que sólo puede experimentarse
puesto que es inefable.
Desde estas instituciones se
nos dice que hay una pérdida de fe y de valores y que la humanidad se está
degenerando. Esto no sólo no es así, sino que hay un mayor despertar
espiritual, sólo que éste no concuerda con sus intereses. El verdadero Dios ni
está en la Biblia, pues éstos son sólo estados de conciencia y grados de amor
hacia uno mismo. El verdadero Dios es simple y sin expectativas.
3. El sistema financiero:
mantiene al hombre en el consumismo y creando necesidades inexistentes. Este
sistema está montado para que se enriquezca a sí mismo, en vez de elevar el espíritu
de los ciudadanos, impidiendo así que tomen las riendas de su vida y se
conviertan en seres pensantes soberanos.
4. El sistema militar:
obliga a fabricar armas y tecnología bélica que acarrean billones a los
Estados, solo con el objetivo de complacer su ego y supremacía mediante guerras
inventadas y destacarse por encima de otros países y ambición para probar esas
armas y dar la apariencia de que éstas son necesarias. Y en el camino generan
dolor, miseria y la destrucción de familias, comunidades y países enteros.
Una sociedad Iluminada no
necesita de ninguno de estos sistemas. Si siguen existiendo es porque todavía
hay un entendimiento primitivo de la espiritualidad, la salud y el liderazgo.
Nuestras vidas están tan controladas y disminuidas, que ni siquiera somos
conscientes. Es lo que nos han contado y lo que nos hemos creído. Y lo
denominamos democracia, equiparándola a la libertad, cuando en realidad estamos
profundamente hipnotizados.
La energía de estos sistemas,
que no es más que energía enferma llena de terror ante la pérdida de control
sobre la humanidad, es la que nos está reteniendo aquí en la Tierra e
impidiendo nuestra ascensión a otros estados de conciencia y realidades. Todos
estos sistemas conforman un conjunto de creencias tan fuertes y limitantes como
subliminales, hasta el punto de que nos parezca imposible salir de ellos. Al
ser sistemas energéticos, tratarán por todos los medios de subsistir, pues toda
energía busca perpetuarse y expandirse. Pero sus paredes se derrumbarán. Ya lo
están haciendo.
G.M.Garrido
No hay comentarios.:
Publicar un comentario