113. Cambio
Esta es mi
observación, que uno jamás debería realizar un esfuerzo para cambiar nada,
porque ese esfuerzo hará que las cosas sean más difíciles que fáciles.
Es la misma mente la que hace el esfuerzo... por ejemplo, vuestra mente
está vinculada a algo, y ahora la misma mente trata de distanciarse. En el
mejor de los casos podrá reprimir, pero jamás podrá convertirse en un
alejamiento real. Para que el distanciamiento suceda, la mente ha de entender
por qué está ahí el vínculo. No hay necesidad de apresurarse en desprenderse de
él; lo mejor es que veáis por qué está ahí. Observad el mecanismo, cómo
funciona, cómo ha entrado, qué circunstancias, que distracción lo han ayudado a
llegar hasta allí. Entended todo lo que lo rodea. No tengáis prisa por
desprenderos de él, porque la gente con prisa por desprenderse de las cosas no
dedica suficiente tiempo a entenderlas.
En cuanto lo hayáis entendido, veréis que se está escurriendo de vuestras
manos; de manera que no hay necesidad de desprenderse de ello. Nada está ahí
por otro motivo que no sea un malentendido. Algo se ha malentendido, de ahí su
presencia. Entendedlo bien... y desaparece. Todo lo que está creando problemas
es como la oscuridad. Introducid luz en ella, simplemente luz, porque con la
misma presencia de la luz la oscuridad desaparece.
Osho
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