Aprende a pensar y a sentir
por otros, para obrar con ellos como quisieras que lo hicieran contigo. Aprende
a entenderles y a entrar completamente en sus vidas y en sus corazones,
llevándoles amor y comprensión, y eliminando así toda crítica, juicio y
condena. Date cuenta de que el amor transforma y transmuta toda la amargura y
el odio, y que la comprensión abre los corazones que han permanecido cerrados y
que se han mantenido fríos e inconmovibles. Pon en práctica estas palabras en
tu vida: “No resistas el mal sino véncelo con el bien”. Es más fácil decirlo
que hacerlo, pero hasta que no se haga y se viva, no podrá haber paz y
buena voluntad en la
humanidad. Estas palabras han sido oídas, leídas y predicadas en muchas
épocas, pero no se han vivido; por eso hay guerras, destrucción, odio y mal en
el mundo. Ese estado de cosas continuará hasta que la humanidad aprenda a vivir
una vida y no se limite a hablar de ella, hasta que aprenda a hacer que esas
maravillosas palabras vivan y vibren en la vida cotidiana.
La Voz Interior Eileen Caddy
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