MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA
DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL,
AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN
El Divino Pesebre dentro del
seno de la familia mundial revela la Presencia de la Santísima Trinidad a
través de los Sagrados Corazones de Jesús, María y San José.
La veneración verdadera,
humilde y orante al Divino Pesebre de la Sagrada Familia, simboliza la unión
interna del alma que venera con las bases esenciales de los Dones y de las
Virtudes de la Sagrada Familia.
En ese sentido, la Presencia
de la Sagrada Familia dentro del seno espiritual de las familias del mundo,
genera y crea la condición necesaria para que cada miembro familiar, cada
consciencia o persona humana que integra el núcleo de la familia terrestre,
pueda participar interiormente de los valores morales, espirituales e internos
que la propia Familia de Nazaret encarnó y vivió en los tiempos pasados.
Por eso, tener consciencia de
todos los atributos humildes e internos que fueron expresados por Jesús, San
José y María, construye en la consciencia que los contacta el camino de la
redención.
Ahora, en tiempos de crisis en
los que la familia, como centro de la sociedad y de la modernidad, es
influenciada, atacada y disuelta por las formas y por las tendencias humanas,
ella debe recuperar el sentido de su existencia y el camino de su propósito
para estos tiempos.
La familia de esta era y de
este ciclo es uno de los proyectos más osados y complejos de poder manifestar,
conducir y guiar hacia la meta del espíritu.
La unión primordial con el
Proyecto vivido por la Sagrada Familia hace más de dos mil años vuelve a
colocar en el sendero de la Luz, de la compasión y del perdón a todas las
familias de la actualidad que se decidan a reencontrar el propósito grupal que
vinieron a cumplir.
A pesar de que cada miembro de
la familia es, en este tiempo, un espejo de su propia realidad interna, cabe
resaltar que la cura y la reconciliación entre los miembros de una misma
familia constituye uno de los objetivos más urgentes en el fin de estos
tiempos, tanto para las familias que aún se mantienen íntegras como también
para las familias que por diversas razones se han dividido o separado, siendo
el adversario la causa espiritual de esa división.
Con el fin de cortar esa
cadena milenaria de separación, división o maltrato en el seno de las familias
de estos tiempos, es que su Madre Celeste está empleando y solicitando la
elaboración y construcción del Pesebre de Belén, ya que las familias del mundo,
lejos de las modernidades y de todas las tendencias humanas, precisarán
percibir conscientemente cómo se encuentra el estado interno familiar de cada miembro
y también cómo se encuentra el estado interno de las grandes familias
espirituales en las comunidades y en los grupos religiosos.
Si en este ciclo, ciertos
patrones alterados de conducta y comunicación están presentes y prevaleciendo,
significa, hijos, que toda la base familiar, social e interna de la familia en
sí, deberá ser completamente renovada.
En este tiempo, el sentido de
la alianza familiar es un camino y un propósito fundamental que llevará a
gestar en cada consciencia, así como en cada miembro familiar, el espíritu de
la unidad y de la consideración para con el prójimo.
Si en el tiempo actual, las
familias desconsideran el divino modelo de la Sagrada Familia, al final de este
siglo XXI, la humanidad como un todo, habrá sustituido dentro de su propia
consciencia la esencia del amor en la familia por las influencias de los
medios, de los estímulos y de las realidades externas que provienen de lo que
la propia humanidad considera innovador.
Para preservar de todo, la
cultura de la familia y a sus miembros, será necesario consagrar a cada uno de
ellos a la Sagrada Familia de Nazaret.
Esa consagración deberá llevar
a la familia a abrirse al camino de la oración y de la verdadera Comunión con
Cristo porque, en verdad, Él es el modelo principal en la integración de las
familias por medio de la Esencia Crística.
El Padre Celestial, en Su
Infinita Misericordia y Piedad, aspira a que el principio y el sentido del
propósito de las familias del mundo pueda ser recuperado y acogido por todos
los seres humanos.
La familia de hoy es el
principal objetivo de búsqueda y de conquista por parte de las fuerzas del
caos, que promueven su división, con astucia e inteligencia.
En esta próxima Natividad del
Señor, la intención de su Señora y Madre Celestial es poder trabajar, a través
del Pesebre, en la recuperación inmediata de los valores espirituales que las
diferentes familias necesitan en este tiempo para poder sobrevivir y atravesar
el fin de este ciclo.
Por eso, cada oración hecha
con amor hacia la Sagrada Familia de Nazaret constituirá esa fortaleza
inquebrantable que las familias del mundo necesitarán para aprender a
sobrevivir a todas las interferencias e influencias de estos tiempos críticos.
¡Les agradezco por responder a
Mi llamado!
Bendice a todas las familias
del mundo,
Vuestra Madre María, Rosa de
la Paz
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